#JuevesdeRefrigeración

Clases de fluidos refrigerantes

Las máquinas de refrigeración por vaporización indirecta tienen dos presiones de trabajo, que corresponden con las temperaturas de absorción (evaporador) y de cesión de calor (condensador).

En función de la presión de trabajo. Esta clasificación es importante porque distingue los refrigerantes en función de sus posibilidades de aplicación, y por tanto tiene un carácter muy práctico.

Baja presión

Son aquéllos fluidos con altas temperaturas de ebullición 0°C. Las máquinas serán voluminosas debido a los volúmenes específicos altos causados por las bajas presiones. Ejemplos de estos fluidos son el agua, que nunca puede bajar de 0ºC y el éter etílico, protagonista de las primeras máquinas frigoríficas.

De media presión

Son los fluidos con temperaturas de ebullición medias, comprendidas entre –30ºC y 0ºC. Para lograrlo suelen trabajar parte en depresión (evaporador) y parte en moderada sobrepresión (condensador). Algunos ejemplos son el butano, el SO2 o algunos refrigerantes usados en equipos de aire acondicionado como el R-134a y el R-152a.

De alta presión

Son fluidos con temperaturas de ebullición bajas, comprendidas entre –60ºC y –30ºC. Trabajan sometidos a presiones superiores a la atmosférica en toda la máquina, a no ser que trabajen en rangos de temperatura muy bajos. Algunos ejemplos son el amoníaco, el propano o el R-22 y el R-502.

De muy alta presión

Son los fluidos con temperaturas de ebullición muy bajas, por debajo de los –60ºC. Generalmente requieren trabajar a presiones elevadas. A menudo se utilizan como refrigerantes en las etapas más bajas de la refrigeración en cascada. Algunos ejemplos son el CO2, el etano, el etileno, o los refrigerantes propios de la criogenia (que enfrían por debajo de los –150ºC) como el aire, nitrógeno o Argón.

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